Educar a los hijos es, quizá, la tarea más importante en la vida. Y la educación de cada chico se desarrolla fundamentalmente en la familia, pero también influyen otros escenarios: la escuela (colegio o instituto), el tiempo libre o los amigos.
Formación integral
La formación ofrecida se centra en la libertad y responsabilidad personal de cada chico, apoyados en un clima que facilita expresar con confianza las propias ideas pero también respetar y comprender las de los demás.
Principios formativos
Los principios formativos del Club juvenil se centran en el desarrollo integral de la persona, dentro de un concepto cristiano del hombre. Cada chico es una persona irrepetible, protagonista de su propia historia. En el club ese protagonismo se fomenta activamente para que sea él quien decida con libertad y responsabilidad a qué metas va a ir dirigiendo sus mejores esfuerzos, de acuerdo con el grado de madurez correspondiente a su edad. Existe un clima que facilita expresar con confianza las propias ideas pero también respetar y comprender las de los demás, y se reconoce siempre el esfuerzo por pensar, dar razones y explicar el porqué de las cosas.
Ayudando a acertar en la educación de los hijos
La escuela juega un papel decisivo en la educación. Pero, ¿y el tiempo libre? La experiencia demuestra que un ambiente familiar favorable y una buena escuela pueden no ser suficientes. El tiempo libre –televisión, Internet, amigos, otras diversiones- tiene una notable trascendencia educativa.
Vida cristiana
El Club Juvenil Trassierra está inspirado en principios cristianos y muchos chicos descubren en el club que ser buenos cristianos y tratar a Dios no está reñido con la diversión. Aprenden a preocuparse unos por otros, a cultivar una amistad auténtica con sus compañeros de clase, parientes y vecinos; a colaborar con los más necesitados; a compartir sus alegrías y llevar su propio ambiente a los demás.
Desde el principio, los padres confiaron la formación cristiana que se imparte en el club a personas de la Prelatura del Opus Dei, institución de la Iglesia Católica que fundó san Josemaría Escrivá de Balaguer.
La presencia del espíritu cristiano en el Club se manifiesta habitualmente en detalles como la insistencia en la seriedad y exigencia en el estudio, el impulso de los valores sociales y de servicio, el respeto a la libertad personal, el protagonismo de los padres, el fomento de las virtudes humanas o el clima de confianza y cordialidad.